jueves, 20 de noviembre de 2008

Reflexión: En el Tiempo y en el Lugar Correcto

Estaba caminando en una calle poco iluminada una noche ya tarde, cuando escuché unos gritos que trataban de ser silencia­dos, que venían de atrás de un grupo de arbustos. Alarmado, disminuí mi velocidad para escuchar y me aterroricé cuando me di cuenta de que lo que estaba escuchando eran los inconfundi­bles sonidos de una lucha: Fuertes gruñidos, pelea desespera­da y tela rasgándose. A sólo unos metros de donde yo estaba parado, una mujer estaba siendo atacada. ¿Me debería involu­crar?

Yo estaba asustado por mi propia seguridad y me maldije a mi mismo por tener que decidir repentinamente el tomar una nueva ruta a casa esa noche. ¿Y si me convertía en otra estadística? ¿No debería tan sólo correr al teléfono más cercano y llamar a la policía? Aunque me pareció una eternidad, las deliberaciones en mi cabeza habían tomado sólo segundos y los chillidos ya habían aumentado poco a poco.

Yo sabía que tenía que actuar rápido. ¿Cómo podría alejarme do esto? No, finalmente me decidí. No podría darlo la espalda a esta mujer, aunque esto significaba arriesgar mi propia vida. No soy un hombre valiente, ni soy atlético. No sé donde encontré el coraje moral y la fuerza física, pero una vez que había decidido finalmen­te ayudar a la chica, me volví extrañamente transformado.

Corrí detrás de los arbustos y empujé al asaltante lejos de la mujer. Forcejeando, caímos al piso, donde luchamos durante unos minutos, hasta que el atacante se puso en pie de un salto y es­capó. Jadeando fuertemente, me levanté con dificultad y me acer­qué a la chica, que estaba en cuclillas detrás de un árbol, sollo­zando. En la oscuridad, apenas pude ver su silueta, pero cierta­mente pude percibirla temblando y en shock. No queriendo asustarla de nuevo, primero le hablé a distancia.

"Está bien -dije en tono tranquilizador-. El ladrón huyó, estás a salvo ahora". Hubo una prolongada pausa y entonces oí las pa­labras, pronunciadas maravillosa y sorprendentemente: "¿Papi, eres tú?". En aquel momento, de atrás del árbol, salió caminan­do mi hija más joven, Katherine...

Dios tiene la manera de permitimos estar en el lugar adecua­do en el momento indicado.

2 comentarios:

  1. Hola! soy Juanvi "el que te escribio un comentario sobre el tema del alcoholismo.
    Vaya experiencia que te puso la vida para aprender. Despues de todo lo que he vivido he aprendido una cosa, NO EXISTEN LAS CASUALIDADES.
    Todo en esta vida tiene un sentido, muchas veces no lo podemos captar con nuestro razonamiento pero si con nuestro cuerpo y nuestro Ser Interior.
    Muchas veces sin saberlo, atraemos las experiencias para ponernos a prueba y reaccionar de una forma que no tenemos concebida dentro de nuestros esquemas de quienes somos.
    Una gran experiencia para creo "una gran persona"
    Saludos

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  2. Gracias por tu comentario, las situaciones que una persona vive en el trascurrir de la vida por muy difícil que sea, debe ser una forma de aprender, saber que se puede salir adelante y forjar su destino; de los errores se aprenden y pueden conducir al éxito.

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