viernes, 7 de noviembre de 2008

Libertad, Reflexión

Amado Nervo
La riqueza es abundancia, fuerza, alarde; pero no es Libertad.

El amor es delicia, tormento, delicia tormentosa, tormento delicioso, imán de imanes; pero no es Libertad.

La juventud es deslumbramiento, frondosidad de ensueños, embriaguez de embriagueces; pero no es Libertad.

La gloria es transfiguración, divinización, orgullo exaltado y venerado; pero no es Libertad.

El poder es sirena de viejos y jóvenes, despilfarro de honores, vanidad de culminación, sentimiento interior de eficacia y de fuerza; pero no es Libertad.

El despego de las cosas ilusorias, el convencimiento del nulo valer, la facultad de suplirlas en el alma como un ideal difícil, pero más real que ellas mismas; la certidumbre de que nada, si no lo queremos, puede esclavizarnos, es ya el comienzo de la LIBERTAD.

No hay comentarios:

Publicar un comentario