


Pelé es un personaje mundial admirable como deportista y hombre honesto que no perdió su humildad como otras figuras del deporte. Sin embargo, es triste que un hombre bueno y talentoso como él, se haya 'distraído' en su jugada más importante: Formar a sus hijos.
La formación de sus hijos
La historia de Pelé no es un hecho aislado. Por desgracia es la vida de cientos de padres de familia de estas épocas atrapados en una agenda saturada de trabajo, compromisos sociales y fuera de la casa. Padres que compensan la ausencia y la falta de atención de sus hijos con bienes materiales. Los inscriben en las mejores escuelas, los rodean de lujos y comodidades, tienen todo lo innovador, lo de última moda, lo más caro y costoso o darles dinero para que salgan de compras y gastan lo que desean pensando que con eso ya se está cumpliendo con la tarea de padres.
Este comportamiento genera en los hijos la creencia que ellos se merecen todo sin importar sus compromisos, comportamientos o esfuerzos que desempeñen para adquirir o tener las cosas. En este caso, los padres, lo único que han logrado es formar niños que desconocen el hambre, y tiran lo que no les gusta o para ellos está pasado de moda. Hijos tiranos, pequeños monstruos insoportables y prepotentes que sufrirán y harán sufrir a sus semejantes porque desde pequeños se han salido con la suya, han manipulado a sus padres y a los que les rodean.
Muchachitos que creen que sentir frío o calor es cuestión de aire acondicionado, que el cansancio que han sentido se limita a caminar unas cuadras porque no hallaron estacionamiento frente a la discoteca, jovencitos que piensan que el trabajo de los padres es firmar cheques para que ellos tengan todo lo que se les antoja. ¿Qué posibilidades tiene un hijo de convertirse en hombres y mujeres de bien, si los padres les dan todo cuando y como ellos quieren y no se les educa en el carácter? ¿Qué clase de hijos se están formando si con esa actitud que los padres le están mostrando, es que el dinero es lo más importante en la vida? Confucio decía 'Educa a tus hijos con un poco de hambre y un poco de frío'. 'Proverbios' señala 'Corrige a tus hijos'. Cuánto bien hacen los padres a los hijos cuando ponen esa máxima tan sencilla en práctica. Y cuánto daño les hacen al ponerles todo en bandeja de plata.
Hay muchas realidades que muchos padres quisieran desaparecer; el sufrimiento de los hijos, el exceso de sudor, de esfuerzo, y las carencias económicas. Sin embargo, quizás esas realidades no los hagan felices de momento, pero a la larga puedan forjarlos como hombres y mujeres de bien. Ojala que más padres de familia tengan la inquietud de enterarse por dónde andan sus hijos. De inculcar valores, respetar a los mayores de ganarse las cosas y no pensar que se merecen todo porque sí, que se puedan percatar cuando los están manipulando, que puedan ser un buen ejemplo para sus hijos y si el caso es que no ven el ejemplo en sus padres que piensen que no se van a quedar toda la vida como niños y para su futuro quisieran ser mejor de lo que ellos pudieron ser. Que no les vaya a pasar que cuando tengan tiempo deban decir: 'Estaba demasiado ocupado y no me di cuenta'. 'Encárgate hoy de lo posible, que Dios se encargará por ti de lo imposible'.