• Atención. La clave de la atención es la concentración, cuando se presentan “lapsus de memoria” u olvidos a información recién recibida se deben en realidad a la falta de atención, por eso, es importante en lo que sea posible, tomar apuntes, es una ventaja escuchar y escribir o hacer notas, ya que sirven para fijar la mente en un asunto, y a su vez puede repasar la información más tarde.
• Comprensión. Cuando no se entiende un concepto, cuesta más recordarlo. Por medio de la comprensión se establecen relaciones entre las diversas partes de un concepto y se unen hasta formar un todo lógico. Por ejemplo, si un alumno de análisis y programación en computadores comprende cómo funciona un computador, recordará las partes que lo forman y sus funciones.
• Organización. Es importante clasificar los conceptos similares, agrupar la información en bloques de no más de cinco a siete componentes y ordenar los elementos ya sea alfabéticamente, por colores o función, entre otros. Ejemplo, una lista de carnes, frutas, verduras; los números telefónicos pueden dividirse de dos en dos; ordenar medicamentos por función los analgésicos.
• Repetición verbal. Permite que por medio de la pronunciación nos obliguemos a fijarnos como se dice esa palabra, en el caso de estudiar otro idioma la clave de aprenderlo es repetir seguidamente su pronunciación, para lograr que se graven la o las palabras. Cuando se repite en voz alta lo que se desea es recordar.
• Visualización. Otra forma de recordar una información es por medio de la mnemotecnia, puede ser provechoso dibujar, esquematizar o formar una imagen mental de lo que se intenta recordar. Así, como la repetición verbal la visualización activa varias partes del cerebro. Cuantos más sentidos usemos, mejor se grabarán los datos.
• Asociación. Cuando se aprende algo nuevo, hay que asociarlo con lo que ya sabemos. Si se vinculan las nuevas ideas con los recuerdos almacenados, se hará más fácil codificar y recuperar la información, debido a que la asociación servirá de pista para traer el recuerdo. Por ejemplo, para recordar el nombre de alguna persona se puede relacionar con determinado rasgo de su apariencia o algún objeto u otra cosa que se pueda ocurrir. Cuanto más desatinada y graciosa sea la asociación, más fácil será recordarlo.
• Consolidación. Es de suma importancia generar tiempo para que se procese la información, Uno de los mejores métodos es repasar lo que se aprende, ya sea explicándoselo a otra persona, o decirlo frente a un espejo, así, ambos se beneficiarán, se puede grabará la información en la memoria, tanto para la persona que le escucha como para el exponente. El repetir aumenta la retención.
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