Tocar a los Menores para Excitarse es Abuso Sexual y Delito

Se le llama Abuso Sexual Infantil a todo acto ejecutado por un adulto o adolescente que se vale de un menor para estimularse o gratificarse sexualmente. Se le denomina abuso en la medida en que, pudiendo realizarse tales actos con o sin el consentimiento del menor; son actos para los cuales el menor carece de la madurez y el desarrollo cognoscitivo necesario para evaluar su contenido y consecuencia. De igual forma, cualquier tipo de contacto desde la exhibición de los genitales, los tocamientos corporales, hasta la violación sexual con un menor por parte de un familiar o cualquier adulto u otro menor, que lo hacen con el objeto de obtener su excitación y/o gratificación sexual, se reconoce como Abuso o delito sexual.

Cualquier conducta por muy atípica que sea, u acto sexual indebido si hay un menor en riesgo y se presentan cualquier forma de abuso hace parte de un delito o abuso sexual al menor. Ante estos tipos de conductas por parte de los victimarios que reciben los menores, ocasionar daños en la formación mental del menor abusado.

La conducta sexual ejercida sobre una me­nor de edad, así, el menor presente una madurez psico­lógica y un desarrollo físico en formación, si los tocamientos se presentan también en zonas erógenas del menor es considerado y son abuso sexual infantil, debido, a que el fin del agresor o victimario es satisfacer sus instintos.

Se presume que los menores de 14 años de edad que han sido agredidos en actos sexuales, no tienen la capacidad de asumir el acto sexual sin consecuencias para su personalidad, debido a su estado de madurez intelectual, volitiva y afectiva; pero, no se debe descartar que los menores de 14 años no pueden disponer libremente de su sexualidad, porque su madurez psicológica y desarrollo físico se encuentran en formación; por tal razón, la conducta del victimario o agresor está penalizada, aunque se cometa sin violencia, cuando las víctimas son niños, ancianos o personas incapaces, es considerado Abuso Sexual, si el agresor toca al menor para despertar la libido o sentir placer es considerado un delito y se debe tomar medidas al respecto.

Cuando la víctima es un menor de edad, el acto sexual puede producir alteraciones que inciden en su vida, lesionan la integridad, libertad y formación sexual de la víctima y equilibrio futuros.